Emociones reales
Érase una vez un drama profundo creado sin lágrimas
fáciles. El público no tenía violines en el horizonte subrayando las escenas supuestamente
más duras, por lo que estaban solos frente a la intensidad de la obra y sus
intérpretes. Estoy hablando de la obra Litus
escrita y dirigida por Marta Buchaca y presentada en el Teatre Lliure de
Barcelona.
Litus
es acerca de la experiencia de vida. Eso puede sonar demasiado general, o tal
vez demasiado obvio, pero todos podemos estar de acuerdo en la idea de que la
vida es cualquier cosa menos simple, por lo que no es fácil de expresar esa
complejidad en una obra de teatro sin caer en los terrenos comunes y
utilizarlos con el fin de captar la atención de la audiencia. Siempre es más
fácil decirle al público lo que quiere oír, es decir, sus creencias reales, que
ponerlos ante un espejo crudo. Y ese espejo no es otro que la idea de que la
vida es algo que debemos experimentar. Todo tiene su lado bueno y el contrario,
pero finalmente incluso en el lado oscuro de nuestra luna personal, podemos
encontrar la respuesta para continuar con nuevos deseos. Litus es sobre ambos lados, el luminoso y el oscuro, la vida y la
muerte y la forma en que ésta última, cuando le pasa a alguien que amamos, puede
cambiar nuestras prioridades. El tiempo pasa y es nuestro deber vivir nuestras
emociones en cada momento del día, sin engaño, porque la vida no es un negocio
y el amor es todo lo que tenemos.
El magnífico trabajo del elenco formado por Sara
Espígul, Borja Espinosa, Josep Sobrevals, Sergi Torrecilla y David Verdaguer, te hace pensar que todo lo que estás viendo y
escuchando es real por lo que el escenario desaparece y Litus finalmente se convierte en parte de tu propia vida.
LITUS vídeos aquí
Texto de Juan Carlos Romero
Foto de Roser Blanch cortesía de Teatre Lliure. © Roser Blanch
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