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NAU NUA SEPTIEMBRE 2013





Portada obra de Núria Piferrer. Sense títol © 2011 Núria Piferrer
Todos los derechos reservados

CRISTINA IGLESIAS

El espacio y sus elementos



Cristina Iglesias in the Cristina Iglesias. Metonimia opening
at the Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid, 2013. 

Foto de Joaquín Cortés / Román Lores



Bajo el título Cristina Iglesias . Metonimia el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid abría la pasada primavera la mayor retrospectiva dedicada a la artista de San Sebastián. Artista de gran reconocimiento internacional especialmente tras su participación en la exposición colectiva The sublime void en Amberes en 1983 junto a artistas como Gerhard Richter o Kounellis, su carrera se ha desarrollado en el laberinto del espacio, físico y metafórico. Nacida en 1956, expresó que la exposición ha representado “una experiencia buenísima. Siempre me ha preocupado hacer una obra que sea sensible al espacio que ocupa y el Reina es un espacio que parece un gran monstruo rígido y, sin embargo, abriendo ventanas y moviendo paredes puedes hacer que sea otro”.


La metonimia consiste en algo más que un juego de espejos, como dice su autora “la metáfora es el extremo de la metonimia”, el espacio entre la causa y el efecto, jugando con estos, se convierte en masa moldeable. “Una de mis grandes preocupaciones es despertar los sentidos y crear en el espectador una gran experiencia” y así a través de treinta esculturas, algunas de ellas de más de nueve metros de longitud, realizadas en muy diversos materiales (bronce, hierro, cemento, cristal, hormigón...) la experiencia se viste con nuestra circunstancia y nos lleva a la cuestión del espacio interior y personal encerrado en la construcción externa, nuestra vestimenta para la ocasión y en cómo nuestra adaptación está más orientada a la estructura que al espacio, más a la apariencia que a la esencia de nuestros elementos. ¿Por dónde corren nuestros vientos?. “Hay preocupaciones que están en el arte. Hoy vivimos un momento muy difícil en el que la metáfora puede tener un papel y creo en el combate de defender que el arte es importante, que los ciudadanos puedan entrar en una nueva experiencia que les haga pensar en cosas que además te llevan a ti mismo. Yo tampoco doy mensajes, creo lugares y los lugares son muy abiertos a que cada cual tenga una experiencia según venga él o ella.” Y venimos distintos a como nos vamos, lo cual no implica que vayamos a aplicar lo aprendido ni que las preguntas surgidas en los casos que vayan algo más allá de la estética se lleven algún esfuerzo por nuestra parte para ser respondidas o alguna respuesta fuera del molde que arrastramos desde hace años a fuerza de miedos e intereses, es decir, de nuestra propia naturaleza. Y la naturaleza y nuestra adaptación a ella es también clave en las reflexiones de Cristina Iglesias sobre su obra: “La naturaleza y la ciudad, la natura y la cultura, es un núcleo central de la representación en la pintura y la escultura. Yo creo ficciones en las que quizá la referencia a la naturaleza era el extremo de crear ficción, recrear un motivo que no existe como tal en la naturaleza con trazos que sí existen en ella pero los utilizo para crear otra cosa”. Otra cosa que podemos ver, oír y callar, o vanagloriar como escaparate de nuestra supuesta cultivación, o bien como punto seguido para escribir nuevos renglones por los que nuestros vientos soplen a sus anchas. La obra de Cristina Iglesias es ante todo transformación del espacio interno para abrirlo al mundo. 

Cristina Iglesias. Metonimia. Una selección aquí


Texto de Juan Carlos Romero
Foto de Joaquín Cortés / Ramón Lores
Cortesía del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía
Todos los derechos reservados


ELEANOR FRIEDBERGER

Su propio mundo y otros espejos








Sí, lo es. Eleanor Friedberger es el pasado, el presente y el futuro. Desde los primeros días siendo la mitad del dúo de indie rock The Fiery Furnaces, junto a su hermano mayor Mateo Friedberger, publicando su álbum de debut Gallowsbird's Bark en 2003 y su último, por ahora, de nuevas canciones titulado I’m going away en 2009, el talento de Eleanor Friedberger ha crecido del papel de vocalista a compartir las tareas de composición y desarrollar una carrera en solitario. Su álbum de debut en solitario fue Last summer (2011), muy bien recibido por la crítica. Ahora publica Personal record (2013), escrito junto al novelista y cantante de folk John Wesley Harding. Arreglos de pop rock clásico con el toque personal de Eleanor Friedberger, siempre elegante, inteligente y poderosa. Esta es su voz presente, son sus líneas más actuales y el futuro nos traerá más y probablemente incluso mejores signos de su talento.

El álbum abre con "I Don't Want to Bother You" ¿No quieres molestarnos?

¡No quiero molestarte! Ese es el punto, es el sentimiento opuesto. "Bother" es una palabra divertida. Por lo general no se asocia con el amor, es mucho más frío y creo que es una buena manera de empezar un álbum porque estoy hablando directamente a los oyentes extraños.

¿Por qué tu último disco es tu primer disco personal?

Supongo que es porque me siento más segura que nunca. Puedo ser lo suficientemente valiente para decir que es mi "Personal record”.

“That was when I knew I was wrong”.  ¿Cuál fue el error?

El error es pensar que alguien estaba bien antes. Se trata del momento de epifanía, cuando te das cuenta de conectar con alguien. Pensabas que sabías, hasta que – ¡BAM! - te das cuenta de que estuviste equivocado todo el tiempo: sobre la vida, el amor, lo que sea.

El sonido del álbum es bastante confortable y tranquilo, incluso en I’ll never be happy again en la que cantas Love is an exquisite kind of pain. ¿Otro error?

No nos equivoquemos al respecto.

El disco me recuerda a los años setenta y además cantas I’m the past, obviamente, la canción no hablan de esto, pero ¿crees que la música rock clásica siempre será el mejor momento que jamás hayas probado?

Yo sí creo que la música rock de la década de 1970 es la mejor música rock que se ha grabado nunca. Creo que yo jamás podría hacer nada mejor, ni que nadie pueda. Nadie que esté tratando de jugar en ese estilo por lo menos. Pero creo que es importante que la gente tenga contemporáneos a los que escuchar y mirar.

She’s a mirror juega magníficamente con la ambigüedad de lo que realmente somos, si alguien lo sabe, y lo que parecemos ser. ¿Quién eres tú?

Ese es un buen resumen de la canción, ¡pero una pregunta difícil! Soy todo lo que esa canción describe.

Escuchándote cantar Leave me in my own world me pregunto ¿qué piensas de la soledad?

Yo realmente no tengo ningún problema con ella. Me gusta estar sola tanto como me gusta pasar tiempo con los amigos, a veces incluso más. Nunca he tenido un problema con hacer las cosas por mi cuenta.

Tras tu canción Singing time, ¿crees que vivimos en un tiempo de canto?

No estoy segura. Probablemente. Parece que más personas que nunca están cantando, como parte de la cultura popular. Todo el mundo quiere ser cantante. Pero, más en consonancia con el sentimiento de la canción, yo diría que no: el tiempo del canto ha terminado. Los buenos tiempos están más o menos acabados, yo diría. ¡Las cosas siguen empeorando!

¿Cómo ves ahora tu Last summer?

"Last summer" fue un montón de tiempo perdido. Probablemente debería haber registrado mi disco entonces, en lugar de esperar hasta octubre. Supongo que necesitaba un descanso de toda la gira, pero siempre es mejor que seguir trabajando, a menos que tomes unas vacaciones de verdad, que no lo hice.

 ¿Nos podrías explicar un sueño?

Anoche soñé que la policía había precintado  mi casa como si mis vecinos de abajo hubieran cometido algún crimen y hubieran huído del país. No podía creer que pudieran hacer algo tan malo. Intenté recoger el correo del buzón y la policía me hizo pasar un momento muy difícil. Y un montón de gente me pidió que firmara algunos de sus carteles. Cazadores de autógrafos.



Una entrevista de Juan Carlos Romero
Eleanor Friedberger website www.eleanorfriedberger.com
Foto de Roger Kisby cortesía de Merger Records
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