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NAU NUA FEBRERO 2012 

SUMARIO 

PORTADA   Adrienne Jalbert. Nude ship on an empty sea

HOM

Antoni Tàpies
Vida




Wislawa Szymborska
La niebla entre los números




Theo Angelopoulos
Un tiempo sin dimensiones

NAU

Béla Tarr. The Turin Horse
Del llanto al desaliento




Glenn Close. Albert Nobbs
Fiel a sí misma




Šejla Kamerić and Anri Sala. 1395 days without red 
Doble frente

NUA

The Goon Show
¿Podríamos tomar un taxi para desayunar?
ENVERS

Jillian Edelstein
Buscando un sentido
Jennifer Hall
Porque el mundo es azul
ESBÓS

Antoni Tàpies
Retrospectiva
Theo Angelopoulos
The dust of time


Jillian Edelstein
Retrospectiva

Šejla Kamerić and Anri Sala
1395 days without red
Michel Ocelot
Les contes de la nuit
MOT en español

Albert Pérez
El regreso
MOS

Ulrich Schnauss
Underrated silence


BORN

Le fou
Electrocardiodrama
NO RES

Lleida
Animac 2012

ANTONI TÀPIES

Vida




“L’art és vida” determinaba Antoni Tàpies en su reflexión sobre el hecho de la expresión artística. Escribió el psicólogo Ramon Bayés que las personas somos nuestra biografía: nuestra persona empieza al nacer y acaba en la muerte, por tanto, hasta que no morimos nuestra persona no está acabada y sólo una vez muertos, cuando toda nuestra biografía está trazada, tenemos a la persona en su totalidad, nunca antes. El pintor Antoni Tàpies murió a los 88 años el pasado 6 de febrero en Barcelona, la ciudad donde nació y vivió prácticamente toda su vida. Su biografía está trazada, ha llegado a su fin, ahora es tiempo de disfrutar de su obra entendiendo a la persona que la creó. Como el mismo Ramon Bayés escribe, el tiempo importante es el tiempo emocional, aquél que nos marca por felicidad o sufrimiento, y que no tiene medida. En la obra de Antoni Tàpies nos queda un sentido trágico de la vida, lleno de simbolismos que trasladan lo mínimo a la categoría del todo. Su tiempo forma ya parte del nuestro.

Antoni Tàpies i Puig nació en Barcelona el 23 de diciembre de 1923 en la calle Canuda. Su infancia estuvo marcada por un ambiente familiar liberal entre el anticlericalismo racionalista del padre y el catolicismo de la madre. La Guerra Civil Española le trajo el horror de los heridos en los bombardeos y el miedo reflejado en su madre. En 1940 sufrió un accidente que le provocó un ataque al corazón. Más tarde padeció una tisis y fue ingresado en el Puig d’Olena donde se encontró con el poeta Carles Riba cuando visitaba Catalunya clandestinamente. Su larga estancia en el sanatorio se tradujo en lecturas de Shopenhauer, Nietzsche y especialmente El libro del té de Kakuzo entrando así en la filosofía zen.
Tras el sanatorio empezó los estudios de derecho pero en 1946 los abandonó por la pintura. Había entrado en contacto con la vanguardia artística gracias a la revista D’Ací d’Allà, y se volcó en el collage, el arte abstracto y la mezcla de materiales. En 1948 forma junto al poeta Joan Brossa y los pintores Joan Ponç, Modest Cuixart y Joan Josep Tharrats, el movimiento Dau al set, fuertemente vinculado en sus inicios al surrealismo y que dio el fruto de una revista con el mismo título. Antoni Tàpies sin embargo se desligó pronto del movimiento y siguió su propio camino. Una beca para estudiar en París fue determinante. Él recordaba como en seguida notó la libertad que en España era inexistente. Las parejas se besaban por las calles, los escritores publicaban lo que verdaderamente querían decir, sin censuras. Descubrió los grandes museos pero le marcó especialmente el Musée de l’Homme. Allí encontró las raíces primitivas del arte. Todo el arte prehistórico, arte precolombino y africano, carente de la cárcel figurativa que la pintura occidental había sufrido hasta la aparición de la fotografía. Tàpies entendía que la vanguardia debía nacer del regreso a la raíz y emprendió su desarrollo personal teniendo una repercusión internacional enorme a lo largo de los años cincuenta llegando a participar en la exposición del MoMA de Nueva York dedicada al nuevo arte español en 1960. A partir de ahí, Antoni Tàpies es considerado uno de los artistas más importantes del arte abstracto, junto a Willem de Kooning o Pollock, entre otros. Buena parte de su obra está repartida entre los museos de arte contemporáneo más importantes del mundo, como el MoMA o el Centre Pompidou de París.

El profesor Diego Gracia dice en su libro Como arqueros al blanco que lo que mueve a toda persona es llegar a la felicidad y que no debemos conformarnos con menos. La respuesta de Antoni Tàpies a la que es probablemente la única cuestión de la existencia, esto es, cómo conseguir esta felicidad, es la equiparación de lo mínimo con lo máximo. Todo se encuentra en todo, y todo se encuentra en Tàpies, con un sentido trágico innegable. Porque en la obra de Tàpies no hay luz blanca, sino la oscuridad y la cotidianidad que contiene toda la luz sin rechazarla. En sus tonos oscuros encontramos toda la luz, en sus materiales humildes, en sus cuerdas y óxidos, encontramos la vida, el esfuerzo por buscar esta felicidad y la herida de no encontrarla por buscarla en los lugares equivocados. Sus símbolos son mínimos, la cruz, las manos; y sus objetos cercanos, sillas, calcetines, hierros forjados. La felicidad está cerca, es la vida y está en nosotros y en todo aspecto que nos rodea.

La sociedad catalana ha sido en muchas ocasiones dura con su obra. Cuando se le encargó una escultura para el MNAC de Barcelona, Tàpies creó El mitjó, de 18 metros, siendo rechazada por la mayor parte de la sociedad fruto de la incomprensión. De nuevo un objeto cotidiano elevado a la categoría máxima, cosa rechazada por una sociedad que solo ensalza grandezas simples que le son ajenas por no inexistentes. Finalmente, la obra reducida en dimensiones presidió la Fundació Antoni Tàpies de la que el artista estaba tan orgulloso. El país no estuvo a la altura de su talento, del arte de la sugerencia que incita a pensar, del recorrido jeroglífico de la existencia, del sufrimiento por la incertidumbre y la búsqueda de lo que hay más allá. El arte de Tàpies es la cara de la cruz del tiempo.

Texto de Juan Carlos Romero
Foto de Jordi Socías de El País Semanal. Todos los derechos reservados




WISLAWA SZYMBORSKA

La niebla entre los números




A veces uno llega demasiado tarde. Los paisajes vitales se suceden y muchos se nos escapan. Los cogidos a tiempo se convierten en experiencias que se acumulan una tras otra como huellas de distinta profundidad y forma. Unas representan pozos de los que cuesta salir, otras son mundos que tan sólo llegamos a acariciar y que lamentamos no haber vivido intensamente. Por último, las que nos acompañan aún en el día a día, tan sólo vislumbradas en momentos de aparente lucidez. La niebla entre los números que nos encuadran, el espacio que corre entre lo rígido, el aire que nos falta, como cualquiera de los versos que escribió Wislawa Szymborska.

Poeta, ensayista y traductora, Wislawa Szymborska nació en Prowent, Bnin, hoy parte de Kórnik, Polonia, en 1923. Pronto su familia se trasladó a Cracovia donde ha vivido hasta su muerte hace tan solo unos días a los 88 años. A pesar de las duras circunstancias que le tocaron vivir, como la invasión de Polonia por parte de la Alemania de Hitler cuando ella tenía 16 años, o la dictadura comunista posterior a la Segunda Guerra Mundial, ella siempre gozó de un gran sentido del humor y nos recordó nuestro deber de sentirnos afortunados por vivir en este mundo, según ella escribió “un rincón modesto,/ en el que las estrellas dan las buenas noches/ y hacia el que parpadean/ sin ningún significado". Un rincón modesto que ella redescubría en cada abrir y cerrar de ojos, como esperando ansiosa la niebla sobre todas las cosas para así dejar volar de nuevo su curiosidad.

Su obra era la niebla lúcida que nos permitía construir nuestro nuevo aliento ante el misterio. La modestia de quien se siente poseedora de un tesoro sin más valor que nuestra capacidad para apreciarlo. Una decena de libros de poesía son su trayectoria literaria de los que rechazaba los anteriores a 1957 por demasiado cercanos al régimen socialista. Su vida transcurrió en su piso siempre con bombones y brandy al alcance de la mano, y rodeada de sus amigos y haciendo valer su “Solo las preguntas un poco ingenuas son verdaderamente profundas”.

El Premio Nobel llegó en 1996 y en su discurso sentenció que “el poeta de hoy es escéptico e incluso desconfiado”. La ironía asomaba continuamente en sus palabras, dichas o escritas. Las trescientas páginas que atesoran toda su obra literaria están llenas de humor, misterio y duda, siempre renegando de las grandes palabras y entendiendo que la contradicción es parte del juego de la vida. Su poesía es parte ya de mi paisaje, a pesar de los números.




Texto de Juan Carlos Romero

THEO ANGELOPOULOS

Un tiempo sin dimensiones






El escultor vasco Eduardo Chillada comparó un instante con el punto geométrico. La idea consiste en que un punto en el espacio no tiene dimensiones, no es posible medirlo, no tiene pues ni ancho, ni largo, ni grosor o volumen alguno. Lo mismo ocurre con un instante. ¿Cuánto dura un instante?. El espacio y el tiempo son dos de las dimensiones que percibimos en nuestra consciencia vital y, sin embargo, no podemos medir sus dos expresiones mínimas: el punto y el instante. Tal contradicción, decía Chillida, va ligada al concepto de eternidad, pues tampoco tiene dimensión alguna, de manera que el instante y la eternidad podrían ser perfectamente equiparables. Un instante es eterno al igual que un punto es ilimitado.

Mi primera experiencia con la filmografía del director griego Theo Angelopoulos fue con La eternidad y un día (Mia aiwniothta kai mia mera, 1998) y su reciente muerte en trágicas circunstancias me ha llevado de nuevo a aquél punto de partida, siempre eterno. Thódoros Angelópoulos nació en Atenas en 1935 y llegó a convertirse en un referente del cine europeo de los últimos cincuenta años, especialmente a partir de la década de los setenta con la película El viaje de los comediantes (O Thiassos, 1975). Su obra hace de la filmación pausada, muchas veces carente de sonido alguno, todo un ejercicio poético visual, pero también de películas de crítica social y política. Títulos como Paisaje en la niebla (Topio stin Omichli, 1988) o La mirada de Ulises (To Vlemma tou Odyssea, 1995) son claro ejemplo de las dos vertientes de su creatividad, la primera política y la segunda metafórica y simbólica. Fue palma de oro en el Festival de Cannes de 1998 precisamente con la película que me lo descubrió y ahora estaba trabajando en la tercera parte de una trilogía sobre la historia griega. El otro mar iba a tratar sobre la crisis económica en su país pero un policía acabó con su vida a los 76 años cuando lo atropelló con su moto mientas él cruzaba caminando una calle del barrio de Kératsini, en Atenas.

Fue víctima del golpe militar en Grecia en 1967 cuando cerraron el periódico donde trabajaba como crítico de cine después de abandonar su carrera de abogado y licenciarse en literatura en París. Trabajó como periodista hasta que los militares le impidieron hacerlo. Entonces se volcó en el cine y labró una carrera de huella muy personal que aparece como un punto sin dimensiones en la historia del cine, un punto eterno y pausado, crítico y poético, llamado a despertarnos de la resignación.

Texto de Juan Carlos Romero
Foto cortesía de Intermedio. Todos los derechos reservados



BÉLA TARR

Del llanto al desaliento







Dice que se retira lo cual nos dejará un enorme vacío. Béla Tarr es una de las mentes más lúcidas del cine europeo y en un momento en que la muerte de Theo Angelopoulos nos ha dejado huérfanos de la poesía y la crítica social, la anunciada retirada de Béla Tarr agranda esta horfandad.

Su última película es The Turin Horse, ganadora del Oso de Plata-Gran Premio del Jurado y del premio Fipresci en la Berlinale 2011. Una historia basada en una vivencia real del filósofo Friedrich Nietzsche se dice que el 3 de enero de 1889, cuando vio al conductor de un carro maltratar a golpes a su caballo en plena calle porque éste, exhausto, se negaba a moverse. Según cuenta la historia, Nietzsche no pudo evitar abrazar al animal llorando y la conmoción fue tal que perdió el habla y la conciencia hasta su muerte, diez años después.

Béla Tarr se pregunta por la otra parte de la historia, la del caballo y el carretero. Tarr se centra en la narración de la vida del carretero, rodeado de miseria junto a su hija y el caballo, en una granja en medio de un paisaje desolador y tormentoso, aislados y casi en las puertas del apocalipsis.

La dirección de Béla Tarr basada en un guión escrito entre el propio Tarr y László Krasznahorkai, cuenta con el poderoso trabajo de Fred Kelemen en la dirección de fotografía, la mejor traducción del lenguaje fílmico de Tarr como en las anteriores Journey to the Plain, 1995, The Man from London, 2007. Director de cine y escritor, su trabajo es delicado y contundente a la vez, sabiendo interpretar el paso de Béla Tarr como si de una maravillosa pareja de baile se tratara. Lo mismo ocurre con la música a cargo de Mihály Víg, también colaborador habitual de Béla Tarr en DamnationSátántangó, de la que fue además actor protagonista, Werckmeister Harmonies y The Man from London.

Estamos ante un nuevo triunfo artístico del director húngaro, la soledad, la violencia interna fruto del desamparo y la miseria del entorno, actuando como vasos comunicantes irremediables que, mostrados con crudeza, nos devuelven a los fantasmas que todos ocultamos en nuestra mente. Si se trata verdaderamente de la última, gracias por todo lo que nos has dejado.

Texto de Juan Carlos Romero
Foto cortesía de PacoPoch Cinema. Todos los derechos reservados

ŠEJLA KAMERIĆ & ANRI SALA

Double-deal


Šejla Kamerić i Anri Sala
1395 Days Without Red
Production stills from 1395 Days without Red, photo by Milomir Kovačevic Strašni
A project by Šejla Kamerić and Anri Sala in collaboration with Ari Benjamin Meyers'
2011
© 2011, Artangel, Sejla Kameric, Anri Sala, SCCA/pro.ba 




Imaginad que dos personas contemplan la misma montaña desde dos puntos opuestos. Cada persona ve una cara distinta de la montaña pero no toda la montaña. Cada una de ellas podría afirmar que lo que ve es la montaña, pero también lo es todo aquello que no pueden ver. Algo aplicable a la vida misma y que puede ayudarnos a tener una actitud más abierta ante la existencia y cualquiera de sus manifestaciones.

Šejla Kamerić y Anri Sala ha creado un proyecto a dos visiones en colaboración con Ari Benjamin Meyers donde la diferencia de puntos de vista nos aproxima a una comprensión más amplia de un mismo hecho. El proyecto 1394 days without red hace referencia a los días que duró el sitio de Sarajevo entre 1992 y 1996, donde los tiroteos continuos entre francotiradores se incrustaron en la cotidianidad convirtiendo cualquier acción que implicara salir a la calle en un auténtico acto de supervivencia. Šejla Kamerić y Anri Sala realizaron un trabajo de filmación conjunto que dio lugar a dos películas independientes, dejando claro que la visión de cada persona, aunque el material de partida sea el mismo, tiene una influencia determinante en cualquier aspecto de la vida, y también en el mundo del arte. 

La artista de Sarajevo Šejla Kamerić plantea su película siguiendo al personaje interpretado por la actriz española Maribel Verdú.  La angustia que supone tener que decidir en cada instante qué camino tomar ante el riesgo de ser tiroteada, tal calle o tal cruce, sola o mezclada con la multitud, mientras la Orquesta Sinfónica de Sarajevo, que nunca cesó su actividad, ensaya la obra La Patética de Tchaikovsky, como se conoce a su Sinfonía nº 6. Los ensayos con sus paradas y vueltas a empezar sobre el  mismo pasaje, se mezclan con la angustia de la mujer en la calle sin saber qué hacer. Toda una obra que sin duda remite a su autora a su propia experiencia aterradora.

La película del artista albanés Anri Sala incide en el hecho de que el personaje de Maribel Verdú es además miembro de la orquesta y se dirige al ensayo. Problemas con el tempo interrumpen el ensayo una y otra vez mientras la músico se detiene en cada cruce y se carga de valor conteniendo la respiración para seguir adelante ensayando mentalmente la pieza, tarareándola. En la película el ensayo de la orquesta y el devenir de la instrumentista convergen en su interpretación de la pieza.

El proyecto completo es una experiencia bioscópica necesaria, aperturista e higiénica, ante la cual el espectador debe hacer valer su propia visión como una más y a la vez única en todo este rompecabezas de la existencia. 

EXPOSICIÓN clica aquí

Texto de Juan Carlos Romero
Fotogramas de 1395 days without red by Šejla Kamerić y Anri Sala
Cortesía de MACBA, Museu d’Art Contemporani de Barcelona. Todos los derechos reservados


GLENN CLOSE

Fiel a sí misma






La actriz norteamericana Glenn Close presenta su más reciente película Albert Nobbs (2010), dirigida por Rodrigo García, como un proyecto muy personal. Se trata de una película basada en el relato The Singular Life of Albert Nobbs escrito por el novelista y poeta irlandés George Moore y ambientada en el Dublín de la segunda mitad del siglo XIX. El relato narra la historia de una mujer que se hace pasar por hombre para sobrevivir, un papel que Glenn Close ya interpretó en el Off Broadway en 1982. Casi treinta años más tarde y coincidiendo con su gran éxito en televisión interpretando a la todopoderosa abogada Patty Hewes en la serie Damages, Glenn Close ha puesto todo su empeño en sacar adelante este proyecto producido al margen de las grandes productoras de Hollywood y del que ella ha ejercido de productora y co-guionista, además de contar por tercera vez con el director Rodrigo García tras las anteriores Things you can tell just by looking at her (2000) y Nine lives (2005).

En la presentación de la película en el anterior Festival de Cine de San Sebastián / Donostia Zinemaldia, donde fue galardonada con el Premio Donostia a toda su carrera, comentó “enseñé esta historia a muchos amigos. Algunos estaban ocupados, otros no la veían. Cuando rodé Meeting Venus, con István Szabó, él me dijo que sí la entendía, que había vivido en varios regímenes y entendía cómo era eso de cambiar la cara según quién estuviera delante. Lo llevó a lo político e hizo un tratamiento de guión. Pero no logramos sacarlo, conocí más tarde a Rodrigo, y quise llevarla a ese terreno más personal. Aun así István está en los títulos de crédito porque hizo una gran labor”. 




La interpretación de Glenn Close ya le ha valido una nominación para los Golden Globe Awards y está muy por encima del resultado de la película. La actriz vuelve a hacer gala de sus dotes interpretativas en el papel de mujer que se oculta para salir adelante viviendo como un hombre trabajando de camarero en un hotel del Dublín victoriano. 

Pero el análisis de su talento debe ir más allá, estamos hablando de una mujer que ha interpretado algunos de los mejores papeles femeninos que se recuerdan en las tres últimas décadas y que, quizás, nunca ha tenido el reconocimiento, sobre todo a nivel artístico, que merece. Inolvidable en el papel de la marquesa de Merteuil en Dangerous Liaisons (1988), dirigida por Stephen Frears, o de Alex Forrest acosando a Micheal Douglas en Fatal Attraction (1987) de Adrian Lyne. Y ¿qué sería de la serie Damages sin la riqueza aportada por Glenn Close a la combativa Patty Hewes?. Sin duda es la responsable de haber puesto los papeles televisivos al mismo nivel de los cinematográficos, algo que hace algunos años muchos ni consideraban. Glenn Close llegó, vio y venció artísticamente, una vez más.


Texto de Juan Carlos Romero
Fotos cortesía del Festival de Cine de San Sebastián / Donostia Zinemaldia
Todos los derechos reservados




THE GOON SHOW

¿Podríamos tomar un taxi para desayunar?






La respuesta es sí, por supuesto, aunque poco hecho pues el exceso de calor podría provocar algún desafortunado efecto secundario. Y podría seguir escogiendo platos más o menos respetuosos con el medio ambiente sin que el artículo dejara de tener sentido, pues se trata de The Goon Show, el programa cómico británico que rompió la norma del sentido para alegría de los oyentes de la BBC durante la década de los cincuenta.

The Goon Show tiene su origen en Spike Milligan quien fue el creador y guionista principal durante toda su carrera. Spike Milligan conoció a Harry Secombe mientras servía en la Royal Artillery durante la Segunda Guerra Mundial. Secombe describió su encuentro como si de un primer guión de The Goon Show se tratara: "De repente se escuchó un gran estruendo como si un monstruoso objeto cayera del cielo muy cerca de nosotros. Hubo una terrible confusion, y en medio de todo eso alguien levantó la compuerta del camion y apareció un joven idiota con casco que preguntó ‘¿Alguien ha visto una pistola?’. Era Milligan y respondí ‘¿De qué color era?’”. Más tarde Milligan conoció a Peter Sellers en el Hackney Empire donde Secombe estaba actuando. Eran finales de los años cuarenta y el joven Peter Sellers ya había debutado en la BBC en el programa Ray’s a laugh junto al cómico Ted Ray. Para aquel entonces, escribieron un primer guión llamado Crazy People que más tarde acabaría siendo el germen de The Goon Show, con Spike Milligan, Harry Secombe, Peter Sellers y, en los primeros capítulos, Michael Bentine.

Su propio entusiasmo fue el que les abrió las puertas de una BBC poco convencida. Aún así, el grupo tuvo su estreno como Crazy People en mayo de 1951 y los programas consistían en cuatro o cinco gags y interludios musicales con un reparto que incluía a Peter Sellers, Harry Secombe, Spike Milligan, Michael Bentine, The Ray Ellington Quartet, The Stargazers y Max Geldray. La audiencia subió como la espuma en la primera temporada por lo que la BBC rápidamente les encargó una segunda ya bajo el nombre The Goon Show. Durante este periodo Michael Bentine abandonó el grupo para seguir su carrera en solitario, aunque son conocidas sus tensiones creativas con Milligan. Aún así, el éxito del grupo no hizo más que aumentar hasta llegar a una decena de temporadas que acabaron en 1960, incluyendo cinco películas: Penny Points to Paradise (Tony Young, 1951), Let’s go crazy (Allan Cullimore, 1951), Down among the Z men (Maclean Rogers, 1952), The Case of the Mukkinese Battle-Horn (Joseph Sterling, 1956) y The Running, Jumping & Standing Still Film (Richard Lester, 1960);  así como especiales en la aún joven televisión británica.Una vez separados se reunieron para dos programas únicos en televisión, el primero en 1968 bajo el título Tales of Men's Shirts y un último conocido como The Last Goon Show of All, ambos escritos también por Spike Milligan.

Su separación se debió a problemas personales que impedían la creatividad del grupo, abandonando su actividad cuando su éxito no cesaba de crecer. Respecto a sus carreras en solitario, sin duda la de Peter Sellers es la más célebre, pero esa es una historia aparte. Él falleció en 1980 con tan sólo 54 años víctima de los problemas de corazón que padeció toda su vida. Michael Bentine murió en 1996, Harry Secombe en 2001 y Spike Milligan en 2002. Artistas como The Beatles o Monty Python han reivindicado su influencia. Muchos de los programas se han perdido para siempre pero el taxi que un día llamaron para desayunar, aún está por llegar.

Texto de Juan Carlos Romero


JILLIAN EDELSTEIN

Buscando un sentido






La fotógrafa Jillian Edelstein nos llega desde la luz de colores primarios de Suráfrica. Ella escogió la búsqueda del sentido de la existencia haciendo fotos a todo aquello que le proporcionara el germen de una nueva pregunta. Políticos, artistas, paisajes, tradiciones ancestrales, fotografía, cine… El trabajo de Jillian Edelstein se ha publicado en algunas de las más importantes publicaciones de todo el mundo pero aún le quedan preguntas que responder, muchas cosas que retratar. Ahora, vamos a responder quién es Jillian Edelstein.

¿Por qué escogiste la luz como medio de expresión?

Crecí en una sociedad colorista y mi madre en particular siempre me hizo verla de esa manera, en todos sus aspectos, y de una manera muy detallista, casi podría decir que me enseñó a mirar. Entonces empecé o necesité interpretar lo que estaba viendo casando la creación visual con lo político y hacer que todo tuviera un sentido.

Naciste en Suráfrica. ¿Su luz tiene algo especial?

Sí…es brillante, de colores primarios, muy diferente a la luz en Gran Bretaña donde parecen mutados a tonos pastel. Allí es intensa y vívida e inolvidable…poderosa.

En la luz, ¿prefieres la intensidad o la sutileza?

La luz sutil es mi preferida pero uno debe saber cómo adaptarse a cada circunstancia entendiendo tu pregunta de manera literal…

En tus comienzos trabajaste como fotógrafa de prensa. ¿Qué aprendiste de aquel periodo?

Que yo era tan buena como mi última foto. Vivir el momento y cogerlo y crear a partir de él, siendo las circunstancias muy importantes. Es cuando me di cuenta de la importancia del enfoque y como, aún, voy hacia algo así como un túnel de visión cuando me estoy concentrando en el trabajo. También me enseñó sobre conectar y cómo conectar con quien estás trabajando, y de que esa conexión es tan importante como la sesión en sí.

Una de tus series fotográficas se titula Truth & lies. ¿Crees que en el mundo de la prensa hay más verdad o más mentira?

Una pregunta dura. Estos días estamos viendo toda la historia de News of the World y las escuchas telefónicas y pienso en la situación actual de Irak y en las tropas americanas volviendo a casa, así como en China donde en un pueblo un historia terrible se está tratando de ocultar, y pienso que tristemente hay más mentiras pero que si dejamos de explicar las historias no tendremos nunca la verdad y eso sería muy malo.

La serie que comentaba es en blanco y negro y de una imagen poderosa con la que tratas de representar la realidad de tu país. Actualmente, ¿cuáles son las verdades y las mentiras de Suráfrica?

Eso suena deprimente. Creo que la de Suráfrica es ahora una historia con la que podemos sentirnos bien aunque si la miras con más detenimiento es preocupante porque el poder corrompe y la corrupción es un mal que no conoce fronteras. Por retratarla con más detalle decidí volver y escogí el blanco y negro porque le da más fuerza. Recuerdo cuando vi el documental Shoah (1985) de Claude Lanzman sobre el holocausto. Siempre me imaginé el holocausto en blanco y negro y cuando vi este documental fue un shock para mí, porque todo ocurría en un color vívido y brillante día a día. Qué extraño es el mundo a menudo.
Sé que en Suráfrica cierta gente que formaban parte de los poderes fácticos se acogió a la amnistía y salió corriendo, quedando libres muchos de ellos.

Por otro lado, tu serie Sangoma es de un color profundamente intenso. Trata de la creencia en espíritus ancestrales y otras tradiciones. ¿Qué buscabas con este proyecto?

Buscaba un sentido. Cuando comencé era cínica y escéptica, más tarde acabé siendo juiciosa. Vi cuan orgullosa y llena de significado es su cultura y sentí que en esa simplicidad hay mucha más fuerza y sentido, toda una lección de humildad. Y se me quedaron en aquellas montañas y aquellos paisajes.

Te mudaste a Londres y tras tus estudios tus retratos fueron publicados en revistas importantes: The New Yorker, The New York Times Magazine, Vanity Fair, Vogue e Interview así como en importantes campañas. Cuando piensas en tu carrera, ¿crees que ha sido dura?

Creo que nunca es fácil, siempre siento que te pones a prueba y fuerzas los límites. Y nunca se acaba.

¿Qué puedes explicarnos de tu experiencia con personas tan populares e importantes como Woody Allen, Nelson Mandela o Jim Jarmusch?

Al pensar en ello me hace sonreír…porque son experiencias tan intensas y vívidas en mi mente. Cada una con una pequeña historia, una pequeña joya en mi memoria. Todos son personas tan extraordinarias y los encuentros…bueno…es un regalo.

Una de tus series se llama Affinities. ¿Cuáles son tus afinidades?

Una pregunta difícil. Probablemente la increíble editora Liz Jobey. Después mi agente y el hombre que me dio el coraje de meterme en el mundo del cine, Simon Crocker, y la actriz Jane Horrocks, todas personas que he conocido por mi trabajo y se han convertido en grandes amigos y colegas.

¿Estás preparando una película?

Sí, pero aún estoy en los comienzos. He acabado un teaser. Filmamos en Mallorca y aquí en Londres aunque es una historia de Nueva York. Ahora nos toca buscar a gente interesada en producirla al igual que talento para realizarla.

¡Bien!

Sí, pinta bien.

Y ¿crees que la fotografía, y el arte en general, por supuesto también el cine, debe ser útil para la sociedad o sólo entretenimiento?

Creo que hay espacio para las dos cosas, por supuesto.

¿Podría imaginar la foto de tus sueños?

Quizás sería un sueño dentro de un sueño, espacio, y campos y movimiento hacia la deslumbrante luz del sol sobre el agua y después un grupo de gaviotas brillantes gritando y de repente una mujer con cabeza de puercoespín emergiendo sobre un acantilado como símbolo de esperanza y de los sueños y la energía y el amor, y sonreiría.

JILLIAN EDELSTEIN. A RETROSPECTIVE clica aquí

Entrevista de Juan Carlos Romero
Foto de Jillian Edelstein. Todos los derechos reservados
Jillian Edelstein website http://www.jillianedelstein.co.uk/