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CRISTINA IGLESIAS

El espacio y sus elementos



Cristina Iglesias in the Cristina Iglesias. Metonimia opening
at the Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid, 2013. 

Foto de Joaquín Cortés / Román Lores



Bajo el título Cristina Iglesias . Metonimia el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid abría la pasada primavera la mayor retrospectiva dedicada a la artista de San Sebastián. Artista de gran reconocimiento internacional especialmente tras su participación en la exposición colectiva The sublime void en Amberes en 1983 junto a artistas como Gerhard Richter o Kounellis, su carrera se ha desarrollado en el laberinto del espacio, físico y metafórico. Nacida en 1956, expresó que la exposición ha representado “una experiencia buenísima. Siempre me ha preocupado hacer una obra que sea sensible al espacio que ocupa y el Reina es un espacio que parece un gran monstruo rígido y, sin embargo, abriendo ventanas y moviendo paredes puedes hacer que sea otro”.


La metonimia consiste en algo más que un juego de espejos, como dice su autora “la metáfora es el extremo de la metonimia”, el espacio entre la causa y el efecto, jugando con estos, se convierte en masa moldeable. “Una de mis grandes preocupaciones es despertar los sentidos y crear en el espectador una gran experiencia” y así a través de treinta esculturas, algunas de ellas de más de nueve metros de longitud, realizadas en muy diversos materiales (bronce, hierro, cemento, cristal, hormigón...) la experiencia se viste con nuestra circunstancia y nos lleva a la cuestión del espacio interior y personal encerrado en la construcción externa, nuestra vestimenta para la ocasión y en cómo nuestra adaptación está más orientada a la estructura que al espacio, más a la apariencia que a la esencia de nuestros elementos. ¿Por dónde corren nuestros vientos?. “Hay preocupaciones que están en el arte. Hoy vivimos un momento muy difícil en el que la metáfora puede tener un papel y creo en el combate de defender que el arte es importante, que los ciudadanos puedan entrar en una nueva experiencia que les haga pensar en cosas que además te llevan a ti mismo. Yo tampoco doy mensajes, creo lugares y los lugares son muy abiertos a que cada cual tenga una experiencia según venga él o ella.” Y venimos distintos a como nos vamos, lo cual no implica que vayamos a aplicar lo aprendido ni que las preguntas surgidas en los casos que vayan algo más allá de la estética se lleven algún esfuerzo por nuestra parte para ser respondidas o alguna respuesta fuera del molde que arrastramos desde hace años a fuerza de miedos e intereses, es decir, de nuestra propia naturaleza. Y la naturaleza y nuestra adaptación a ella es también clave en las reflexiones de Cristina Iglesias sobre su obra: “La naturaleza y la ciudad, la natura y la cultura, es un núcleo central de la representación en la pintura y la escultura. Yo creo ficciones en las que quizá la referencia a la naturaleza era el extremo de crear ficción, recrear un motivo que no existe como tal en la naturaleza con trazos que sí existen en ella pero los utilizo para crear otra cosa”. Otra cosa que podemos ver, oír y callar, o vanagloriar como escaparate de nuestra supuesta cultivación, o bien como punto seguido para escribir nuevos renglones por los que nuestros vientos soplen a sus anchas. La obra de Cristina Iglesias es ante todo transformación del espacio interno para abrirlo al mundo. 

Cristina Iglesias. Metonimia. Una selección aquí


Texto de Juan Carlos Romero
Foto de Joaquín Cortés / Ramón Lores
Cortesía del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía
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