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FUNDIDO NEGRO 

FECINEMA
Festival de Cinema Negre de Manresa 

 

Negro es todo, el origen y el fin. La existencia no es más que un inútil recorrido desde nuestro negro inicial hacia la deseada luz. En realidad, negro es ausencia de luz sólo para su observador y esto es así porque toda la luz queda en él retenida. Así pues, nuestros ojos sólo ven los objetos sin luz y no los que la contienen, curiosa metáfora de nuestra sociedad fruto de nuestros distorsionantes sentidos.

El Festival de Cinema Negre de Manresa, FECINEMA, se viste de negro desde hace ya doce ediciones y uno espera, entonces, que sea un festival que contenga toda la luz del mundo cinematográfico. Su cartel de este año ha contenido la luz de los últimos trabajos de Atom Egoyan, Takeshi Kitano, Bertrand Tavenier y el primer largometraje de Paco Cabezas, Carne de neón (2010), la cual ha recibido el premio, para entusiasmo del público del festival, a la mejor película de la sección oficial. A destacar la alta presencia de cine europeo en esta edición con estimulantes trabajos como Schemer (2010) del televisivo Hanro Smitsman o la majestuosa Des hommes et des dieux (2010) de Xavier Beauvois. Esto no es demérito del cine norteamericano, mostrando excelentes formas en propuestas como The perfect host (2010) de Nick Tommay.

Me gustaría destacar la retrospectiva dedicada a Claude Chabrol, también fallecido pocos días antes del festival. El enorme placer de disfrutar de algunas de sus obras en pantalla grande es ciertamente disfrutar del mejor cine europeo. Se trata, en efecto, de un artista muy negro y bon vivant. El homenaje ha sido escueto pero acertado. El talento rebosante de humor sarcástico de Inspecteur Lavardin (1986) precedida para la ocasión y en su carrera por Poulet au vinaigre (1984) son un pequeño gesto hacia una figura de primer orden ya presente en otras ediciones del festival.

Cabe recordar que Manresa es la ciudad de la magnífica Plácido (1961) del recientemente desaparecido director Luis García Berlanga. Si bien es verdad que la película es un retrato mordaz de una mojigata ciudad de provincias también es cierto que convirtió a Manresa en decorado de la primera película nominada a los Oscar de Hollywood del cine español. Sólo Såsom i en spegel (1961) de Ingmar Bergman evitó que se llevara el preciado premio. Por tanto, Plácido es el bien merecido nombre de los premios de FECINEMA y Berlanga aplaudible motivo de un emocionado homenaje en esta edición de un festival al que le deseamos un futuro muy negro en el sentido más luminoso de la palabra.

Texto de Juan Carlos Romero
Cartel diseñado por Marta Corcho Tarifa