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UN JARDÍN CABARET

Agent Ribbons



You know I don’t need anything right now ‘cause I’m alright, I’m alright, I’m alright. Don’t give anything but your love. Así, con un sonido de guitarras gruesas y contundentes, Agent Ribbons arrancan su disco Chateau crone (Antenna Farm Records, 2010). Y uno se siente también muy bien escuchándolas en directo gracias a la energía y frescura que transmiten.

Agent Ribbons empezó en 2006 siendo un dúo formado por Natalie Gordon (voz y guitarra) y Lauren Hess (batería y acordeón), al cual un año más tarde se añadió Naomi Cherie (violín y chelo). Son de Sacramento, Estados Unidos, y desde el principio llamaron la atención del público y los medios. Las giras llegaron rápidamente y su estilo fue definiéndose en torno a la particular voz de Natalie y una música de marcado carácter psicodélico y circense que pronto ha conectado con la tradición europea del cabaret. Sus directos son enérgicos y teatrales, todo un festín para los sentidos. Su primer álbum, On time travel and romance (2009), es una maravilla sonora de hermosos tejidos vocales. Y la segunda entrega que pude disfrutar en directo, Chateau crone (2010), va mucho más allá.


Después de la psicodélica I’m alright, en Grey gardens la guitarra sigue subrayando la línea melódica acompañada por los arpegios del violín. Tal paseo por jardines grises te traslada a un imaginario muy peculiar. Dada girlfriend nos lleva a una calma preciosista, una de las más hermosas canciones de amor que jamás he escuchado con una sonoridad de los años cincuenta bañadas en un surrealismo lírico que nos muestra el amor como un terreno de descubrimiento inagotable.

Born to sing sad songs representa otro momento destacable del disco en cuanto a declaración de principios. Musicalmente es muy sencilla pero en directo gana fuerza gracias a su carácter teatral. Encantadora la voz de Natalie cogiéndonos de la mano en un mundo gris que parece vislumbrar el arcoíris en el horizonte. Y más personal es el canto a la masturbación Your hands, my hands jugando placenteramente las unas con las otras y los otros con los otros y viceversa o todo lo contrario pero nunca en contra. Los violines juguetones, la voz saltarina y la guitarra distorsionada nos invitan al juego del sexo como vía de exploración personal y del otro, el germen de la pasión, el motor de la vida.

Wallpaper es una maravilla de tono épico. Su sonido adquiere mayor dramatismo sin perder de vista que siempre hay luz más allá y en nosotros mismos. Una de mis favoritas de una banda que intuyo nos traerán muchas sorpresas pues cada una de sus actuaciones es una nueva creación en sí misma. You’ll never know, cantan y mi mente vuela hacia lo desconocido, un castillo en el aire con los pies en el suelo de la pasión, la única realidad vital posible.






Texto de Juan Carlos Romero
Foto 1 cortesía de Antenna Farm Records
Foto 2 cortesía de Festival de Cine de Gijón