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ADIOSES NÁUFRAGOS

Nadia Adame



Despedida es el nuevo trabajo coreográfico de Nadia Adame, un proyecto para cinco bailarines surgido de una experiencia muy personal: la muerte de un amigo de manera inesperada. Antes de que el tumulto surrealista dominara el mundo artístico, Joan Salvat Papasseit escribió que nada es mezquino y que vivimos sin darnos cuenta de que para volver a nacer necesitamos morir. La bailarina y coreógrafa Nadia Adame nos enfrenta también a esta cruda y a la vez hermosa realidad. Somos náufragos de nuestros adioses en la deriva de la vida.

Artista polifacética, sus palabras y trabajos irradian un gran entusiasmo vital así como una detallista visión de su propio interior y del todo del que todos formamos parte. “Cuando un coreógrafo me marca los pasos, no me gusta repetirlo más de dos veces porque me gusta mantener lo fresco”, confesaba en la entrevista para TVE en la que yo la descubrí, y me fascinó. Bailarina desde los siete años pero ser excepcional desde que nació, sufrió un accidente de coche a los catorce años que la ha marcado con una parálisis parcial pero también con un mayor instinto de superación que lejos de abandonar la danza en el camino la ha llevado a danzar por escenarios de todo el mundo. Su madre le dijo que todo tiene solución menos la muerte y Nadia nos da en cada trabajo su propia vida a través del movimiento.

El camino de superación la llevó a querer superar su propio entorno y se marchó a Estados Unidos a estudiar. Regresó años más tarde a Madrid pero se marchó de nuevo a Londres ya con su propia compañía, Cia. Y, pues fuera siempre le ofrecen más proyectos. Su compañía realiza trabajos de danza pero también de cine y teatro, produciendo trabajos para nuevos creadores y también sociales. Su luz está llegando muy lejos porque llega muy adentro.



Tiene, como siempre, muchos proyectos entre manos y ahí se encuentra Despedida. “En esta obra de danza, la idea de despedida está presente y nos lleva por diversos caminos coreográficos.  Dúos, tríos y solos nos muestran las diferentes despedidas del ser humano, unas tristes y otras felices.   Por los caminos que nos separan naufragamos hasta lejanos horizontes,  Sin decir adiós nos despedimos.  Con la mirada nos besamos y con el cuerpo nos amamos.  La vida nos trajo y la vida nos lleva, nos empuja a tirarnos por el abismo del destino.  No seré igual sin ti, ni tú sin mí, pero el recuerdo que nos invade seguirá en todo lo que tocamos, en todo lo que miramos en todo lo que escuchamos.   El temor que nace de los cambios profundos, del vacío que queda al derrumbarse los parámetros que sostienen nuestras vidas.  Esta es mi despedida sin lágrimas, sin llanto, sin tristeza.” Pero ahí me encuentro yo, lejos de poder disfrutar de sus proyectos aunque deseoso de hacerlo. Tanta fuerza y talento nos llega a todos, por lejos que estemos.



Texto de Juan Carlos Romero
Fotos por orden Matt Gilmore, Eduardo Gragera y Paloma Parra