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UN SUEÑO AZUL

Elena Sahnova



Entiendo el arte como un medio de expresión, nada más y nada menos. Busco en el arte a personas que se expresan como prueba de su existencia, consciente o inconscientemente. Para mí un artista es una manifestación de la vida y a través de su arte obtengo un punto de vista distinto al mío. Elena Sahnova forma parte de la dirección del Voroznech Chamber Theater pero ante todo tiene una mirada que nos devuelve una existencia repleta de matices. La luz a través de Elena Sahnova se enriquece en sus experiencias y sentimientos convirtiendo cualquier objeto en un deleite para nuestra mente. Su fotografía es un verdadero imperio de los sentidos.

Rapid eye movement curiosamente me transmite mucha paz, a pesar de la velocidad de su título que hace referencia a la fase del sueño donde nuestra actividad mental es más rica. Sus fotografías son ciertamente oníricas convirtiendo los objetos más mínimos y domésticos en auténticos lugares de consciencia surrealista. El color azul domina este mundo nacido en los sueños para hacernos soñar más allá de ellos.

Si en la fase REM los ojos se mueven rápidamente, en la serie que nos presenta Elena nuestros ojos se relajan y se dejan llevar. El abanico cromático azulado va danzando entre blancos y negros como si de unas radiografías azuladas se tratara. Parece captar el alma de objetos inertes en apariencia y completamente invisibles en la vida cotidiana más allá de su utilidad. Elena entiende que el universo está contenido en el objeto más insignificante y que las realidades son varias y no tan sólo las que nos muestran nuestros sentidos. Si no vemos el azul en un objeto es porque está contenido en él y no nos lo devuelve. Vemos lo que no está pero Elena crea nuevos mundos viéndolo todo con colores nuevos.

Cuando alguien despierta durante la fase REM lo hace en estado de alerta y excitado sexualmente. Con la fotografía de Elena Sahnova uno se siente en armonía con el mundo que lo rodea siendo consciente de que es mucho más plural de lo que percibe pues la imaginación es también real y los azules que ella nos trae nos hacen querer perdernos en ella y vivir nuevamente.

Texto de Juan Carlos Romero
Foto de Elena Sahnova