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DETRÁS DEL ESPEJO

The Ideal Husband




Sandrine Collard publicó un espléndido Je communique (Need Records, 2002) dominado por elegantes arreglos a base de sintetizadores que nos invitaban a jugar a un Cache cache dans le noir mientras ella exprimía sus pensamientos más profundos. A la producción, Dan Lacksman, miembro de uno de los grupos fundamentales de la electrónica europea, los belgas Télex. A los coros en el tema de cierre, Le trio des petits mots, Barbara Boulet y Françoiz Breut, de quien es buena amiga desde hace años. Sandrine compuso el álbum entero en su casa con un PC y se lo entregó a Lacksman prácticamente acabado. Irresistible la voz sensual de Sandrine que parece no querer salir de su burbuja creadora regalándonos, desde su oscuridad personal, un pop electrónico luminoso. Directora de sus propios clips, su buen gusto estético resulta el mejor aliado para sus composiciones. Verdaderamente, Le coup sensass. Después de abandonar la idea de un segundo álbum en solitario, Sandrine defiende ahora The Ideal Husband, materializando así su obsesión por la música hawaiana tras el encuentro con la bailarina de danza contemporánea Louise Peterhoff, la voz dulce que estaba buscando como marido ideal. La búsqueda de músicos y arreglistas para sus nuevas composiciones poniendo a Gabby Pahinui como referencia, fue larga y desesperante. Afortunadamente, el músico Benjamin Clement se cruzó en su camino y, contando con la aportación de lo mejor de la escena musical belga, como Boris Gronenberger, Daan, Jacques Duvall y, de nuevo, Dan Lacksman, además de su gran amiga Françoiz Breut, The Ideal Husband cobró vida definitivamente. No bye no aloha (Strickly Confidential, 2008) y su brisa nos llega cargada de nocturnidad.


Han pasado casi ocho años desde la publicación de tu único disco en solitario, Je communique (2002), dominado por el uso de sintetizadores y unas letras muy melancólicas y, a veces, muy crudas.  Pero goza de una sonoridad deliciosa, ¿quizás buscabas compensar la profundidad de tus textos con una música más ligera?

Sí. Digamos que en esa época estaba viviendo un periodo muy difícil en mi vida privada. Tenía, pues, por una parte, necesidad de exprimirme profundamente e ir hacia una especie de auto-burla que ayuda mucho en los momentos infelices.  Por otra parte, siempre tengo en momentos así la necesidad de encarar la vida de la manera más positiva posible. No soy del tipo de comerme el coco, ¡ja, ja, ja! Más bien de crear un universo positivo y animado con que guiar tus sentimientos.

Este tipo de música es muy cosmopolita, habitualmente ligada al mundo de la noche en las grandes ciudades. Sin embargo, tus textos son muy personales. ¿Crees que la vida en las grandes urbes puede ser demasiado impersonal?

La vida en las grandes ciudades puede ser, en efecto, muy impersonal pero eso me gusta. Bruselas es una ciudad de mezcla donde para hacerte notar debes desearlo verdaderamente porque aquí la gente de deja tranquilo. Hay en esta ciudad  una especie de anonimato y positiva depresión colectiva que me encanta. ¡Y nadie lo oculta!

He leído que compusiste todo el álbum en tu casa con tu PC y una de las canciones se titula La bulle (la burbuja). ¿Vivías realmente en una burbuja?

Sí, en cierta manera. Soy muy hogareña, me gusta estar en casa, y puedo parecer fría en apariencia. No soy muy expresiva, no me gusta que se acerquen demasiado a mí. Hay una especie de perímetro de seguridad, ¡ja, ja, ja! Por todos estos motivos, creo que hay una burbuja entorno a mí.

¿Qué puedes decirme de la Petite maso (pequeña masoca)?

Petite maso es una canción que escribí como parte de mi segundo álbum, nunca publicado. Hace algunos años, decidí no continuar mi carrera en solitario porque subir al escenario no es muy conveniente para mi carácter. No tengo nada que demostrar y soy demasiado paranoica para sentirme feliz. Eso me destrozaba verdaderamente. ¿Ahora?, ¿quién sabe? Con el tiempo, quizás vuelva. Pero este segundo disco ya no ocurrirá porque acabo de darle algunas canciones a una actriz flamenca, Veerle Baetens. ¡Hemos creado conjuntamente un nuevo proyecto llamado Dallas! Yo escribo la música y ella los textos, pero, a veces, por supuesto que los papeles se entremezclan…Ella aporta una dimensión nueva que le pertenece. Yo adoro el papel de compositor en la sombra.

Los sintetizadores nos recuerdan la música de los años 80 y Dan Lacksman, del grupo Télex, ha contribuido en los dos álbumes. ¿Te gusta especialmente la música de aquella época? Por supuesto, te gusta la música del grupo Télex pero, ¿cuáles son tus grupos favoritos?

Escucho mucho los viejos sonidos como Elo, Roxy Music, Elvis…¡pero mi revelación en las novedades es MGMT! Los adoro.

Colaboraste con Amnistía Internacional en el proyecto Pas la peine contra la pena de muerte. ¿Qué opinas de las relaciones de Europa con países que no respetan los derechos humanos?

Pienso que Europa no es la peor. Y Bélgica tampoco. Pero en efecto, hay mucha hipocresía en el mundo como en cada uno de nosotros. No tenemos una lección teórica que dar porque, al final, a la práctica pensamos en nuestro pequeño confort. Estoy conmocionada por el terremoto ocurrido en Haití y pienso que podríamos hacer más, yo podría hacer más.

The Ideal Husband nació de la colaboración con la bailarina Louise Peterhoff. ¿Por qué decidiste que ella es tu “marido ideal“?
Siempre he tenido una obsesión por la música hawaiana. Me apacigua enormemente. Yo buscaba una voz dulce que fuera en ese sentido como la de Louise. Quería respetar el estilo revisándolo desde la versión belga.  Me he dado realmente el gusto. Además, este álbum sólo ha provocado cosas positivas. Cada persona que ha trabajado en él guarda un recuerdo súper.  Como decía antes, me gusta crear un universo positivo en apariencia. Algunos lo han hecho magníficamente en el cine, como Jacques Demy. El lapsteel (guitarra) en la música hawaiana da inmediatamente un sentimiento de paz espiritual…Es extraño.

Louise y tú, ¿estáis enamoradas de Hawái?

Sobretodo estamos enamoradas de las sonoridades pero es verdad que todo lo que va relacionado no está nada mal tampoco, jajaja…Los collares de flores, las palmeras, el sol y el surf…Sí, somos gente del norte y lo necesitamos de verdad.

Habéis contado con colaboraciones ilustres. Por ejemplo, Françoiz Breut, que ya había contribuido en tu primer álbum, canta Dors con Louise. ¿Qué buscas en la voz de Françoiz?

Françoiz tiene una voz magnífica. Muy singular también. Y somos amigas desde hace mucho tiempo. Nos ayudamos y nos aconsejamos mutuamente. En lo concerniente a su voz en Dors, es bastante mágica. Es una voz celestial y tranquilizadora como no se encuentran, típicas de un muy antiguo Walt Disney. Todo lo que yo soné.

¿Cuál es la importancia de Benjamin Clement  en el resultado final?

Antes de encontrar a Benjamin Clement, había contactado y hecho pruebas con otros músicos pero se trataba de instrumentos muy específicos y son pocos los músicos que los tocan. Había dado algunas referencias como Gabby Pahinui. Pero no me convencían las propuestas. Cuando Benjamin me hizo escuchar los ensayos de los arreglos para mis composiciones, me entraron escalofríos. Instrumentaciones grabadas en cuatro pistas. ¡Una maravilla! Tenía la impresión de que Elvis iba a aparecer… ¡Era exactamente lo que tenía en mente! Sin él, habría estado desesperada…
Además, podemos escuchar de nombres importantes de la música belga como Daan y Jacques Duvall. ¿Qué opinas de la actual escena musical belga?

No estoy muy al corriente. Escucho sobretodo los viejos sonidos pero sé que no estoy sola, jajaja… Llena de músicos, llena de grupos pero quizás demasiados como para juzgar. Sí, Daan y Jacques Duvall tienen talento y muy majos. Se merecen su éxito.

Podemos leer en vuestro myspace que quieres olvidar el gris. ¿Piensas que la vida es tan triste que necesitamos de los sueños para sobrevivir?

Necesitamos sobretodo crear un universo que nos haga soñar.  Yo no me refugio en los sueños. No pienso nunca en el futuro per necesito que el presente sea súper. Animado, cálido y divertido. Soy una chica del presente, no planifico fácilmente porque me angustia.



No bye no aloha (2008) es una joya que tiene un aire retro y en la que podemos escuchar palabras como fantasía, hada, etc. ¿Tienes una visión romántica del pasado?

No creo que romantice el pasado. No soy nostálgica pero ¡es verdad que adoro el estilo de los años 50! Y la mezcla que ahora podemos hacer con los 60, 70 y 80… Es una gran riqueza ser de nuestra generación… La música, el cine de los 50 y 60 a veces queda olvidado ¡pero no por mí!!!! ¡Me inspira enormemente!

The ritornello sería una buena canción para una película como Bonnie and Clyde y tú has realizado algunos videoclips y cortometrajes. ¿Piensas filmar algún largometraje pronto?

Nunca pensé que iba a ser músico pero no he llegado a resistirme. Toda mi infancia he hecho música y no me divertía especialmente. Yo quería hacer películas pero cada vez que empezaba a escribir volvía a hacer un álbum. Y pues sí, he vuelto a escribir y espero poder hacer un largometraje con mi marido en los próximos años.

¿Os veremos a ti o a The Ideal Husband pronto en Barcelona?
Es una verdadera lástima que No bye no aloha no se haya publicado en España. Si fuera posible, ¡vendríamos encantados! Además, yo voy de vez en cuanto.

Es hora de decir… ¿bye o aloha?

¡Aloha!

Aterrorizada por los objetos en el espejo y buscando la luz de la luna desesperadamente para no sucumbir a la noche, la poesía de sus canciones es de una seducción sin retorno. The ritornello nos lleva directamente a una atmósfera retro de vocación ensoñadora y, en Dors, las voces de Louise Peterhoff y Françoiz Breut nos susurran al oído la ternura de Sandrine: Dors, mon petit ange, auprès de toi je resterai  à chanter le temps qu’il faudra… Si siempre fuera así, Sandrine…




Entrevista por Juan Carlos Romero
Foto de Lieven van Vaelen