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LA VIDA EN SILENCIO

Donietta Roméas



Las fotografías de Donietta Roméas son gestos, luces, sombras, movimientos, colores, estructuras, en definitiva, la vida en silencio. Me llamó la atención su frase “demain encore une fois, une autre moi et encore soi”. Así puede entenderse mejor su búsqueda en la fotografía, la captación de un espíritu, del instante y su energía, como aquel cuento de Pere Calders en Cròniques de la veritat oculta en la que alguien llevaba su vida en un puño que no abría por miedo a que se le escapara para siempre. La vida siempre está pero sus distintas y efímeras expresiones tienen un espacio en la sensibilidad de Donietta Roméas, siendo refugio para todos nosotros.

Su exposición bajo el título Émerveillement en el presente número, nace de su admiración por los detalles de la vida bajo diferentes filtros y enfoques. Detiene su cámara para luego jugar con la captación de la imagen. Crea nuevos movimientos en el movimiento en sí mismo, desdibuja realidades para recrearlas enriqueciendo su espíritu.

Decía Eduardo Chillida que al igual que un punto es la unidad mínima de la geometría aún no teniendo dimensión, el instante es la unidad mínima temporal careciendo igualmente de la misma. Así pues, un instante no puede medirse y es, por lo tanto, finito e infinito a la vez. Esta relatividad del tiempo se vive fuertemente en la fotografía de Donietta Roméas donde todo se detiene en el instante para multiplicarse en infinitas realidades según quien mire su retrato. Una vez captado, el instante fluye novedosamente en cada uno de nosotros.

La viveza de sus colores es muestra de su pasión por lo que está retratando sabiendo que es único e irrecuperable. Ella es consciente de que aunque trate de capturarlo con su cámara nunca lo logrará y el dolor de tal impotencia le da una tremenda fuerza a sus fotografías. Sencillamente, un émerveillement.

Texto de Juan Carlos Romero
Foto de Donietta